ARTENVACIO
FILOSOFÍA
LA RISA COMO FIEL EMBAJADORA DE LA VIDA
Hay algo muy artesanal en el trabajo del teatro, y esto tiene que ver con que una vez que lo desnudas de técnicas, dogmas y estilos queda solo una persona que juega, una personita en mitad de un escenario.
A lo largo de los años he tenido la suerte de aprender primero de mis maestros y después de mis alumnos. En mis maestros encontré el amor a la disciplina artística, al trabajo casi de orfebre sobre personajes y obras, cuidar tus creaciones con mimo casi paternal, a dar alas a mi curiosidad, cuerpo a mi voz y alma a los gestos. Con mis alumnos creo que de forma natural me di cuenta que básicamente en cualquier lugar y a cualquier edad lo mismo nos duele y lo mismo nos hace sentir felices y más allá de la técnica teatral había que desarrollar el encuentro con el alumno desde un pilar humano sobre el que construir un verdadero puente con el, ese puente lo encontré en el "Respeto"
Sobre esta base podemos desarrollar la empatía por lo ajeno donde florecen nuestras sensibilidades que al amparo del respeto hacer surgir emociones y sobretodo alimentan la curiosidad que degenera a su vez en una auténtica creatividad que ya no bebe solo del maestro sino del fuego interno de cada alumno.
Creo que educar a las nuevas generaciones es una obligación de todos. Desde este pequeño púlpito trato de hacer con humildad un pequeño aporte a esta titánica obra.
Alberto Pozzoli